Abdías 1-4 - "Derribados desde la altivez" - Serie Abdías 02
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Hace mucho tiempo, difícil de precisar, un ángel hermoso, creado en santidad, al verse muy hermoso quiso recibir adoración y hacerse un trono en las alturas de Dios.
El primer pecado más allá de la esfera humana es el pecado de Satanás, de aquel ángel hermoso que se ensoberbeció a causa de su hermosura y se llenó de tal orgullo que fue derribado de los cielos.
¿Cómo sería ser derribado de la misma forma, de la misma altura y por el mismo pecado?
Creemos que nadie sería tan... desafortunado para caer en el mismo error.
Sin embargo, el angel que cayó se volvió en su naturaleza caída un astuto engañador, que quiere convencer y logra hacerlo a muchas personas y naciones de su mismo pecado.
¿Crees que no pasa?
El registro de que sí paso y un pueblo cayó en el mismo pecado está registrado en Las Escrituras.
Y como hemos dicho el anterior domingo, el pueblo del cuál estamos hablando es el pueblo de Edom.
Este pueblo había caído en el engaño de Satanás.
A lo largo de la historia humana y en la actualidad muchos pueblos, naciones, familias y personas han caído en el mismo pecado.
Según la misma Biblia ancha es la puerta y el camino espacioso que lleva a la perdición y muchos son los que entran en ella.
Y aunque estamos estudiando a un pueblo que ha quedado con el registro de este camino de perdición, tenemos que preocuparnos de que este no sea nuestro camino o no sea el camino de aquellos de los que amamos.
Estoy seguro que has pensado en muchas cosas esta semana, pero has pensado que aquellos de tu casa que amas ¿tal vez no están en el camino de la puerta estrecha que lleva a la vida eterna?
¿Estoy haciendo lo suficiente como hijo de Dios para con los que amo y otras personas que aún no conocen la gracia de Cristo?
Otra pregunta para hoy:
¿Acaso podría alcanzarme a mí o a los que amo el mismo pecado por el cual cayó aquel ángel hermoso?
Parece una pregunta muy fuerte. Pero Abdías va a responder esa pregunta hoy y luego cada uno de nosotros también tendrá que responder por de forma personal y por nuestras casas.
EXÉGESIS Abdías 1-4.
EXÉGESIS Abdías 1-4.
Estamos en la segunda parte de nuestro estudio al libro de Abdías.
A manera de resumen:
Abdías es el juicio de Dios al pueblo de Edom.
Edom es el pueblo de Esaú, hermano de Jacob, descendiente de Isaac.
Esaú había menospreciado la primogenitura y había vivo apartado de los propósitos de Dios.
Jacob, desea las bendiciones espirituales, pero usaba métodos humanos para alcanzarlo.
En una familia disfuncional y con engaño, impulsado por la madre, Jacob recibe la bendición y Esaú quiere matarlo.
Desde ese día, crecieron dos pueblos en rivalidad, y el pueblo de Edom se llenó de rencor contra el pueblo de Jacob o Israel.
A pesar de que se dieron un abrazo Jacob y Esaú, la descendencia de Esaú, nunca pudo desprenderse del odio y el rencor.
Hicieron mucho año daño a Israel de tal manera que Dios hace un anuncio de destrucción al pueblo de Esaú o Edom, y esto está registrado en las Escrituras.
Esto es Abdías.
El libro de Abdías, inicia así:
1 Visión de Abdías. Jehová el Señor ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla.
"Visión de Abdías. Jehová el Señor ha dicho así en cuanto a Edom:..”
El profeta, mensajero de Dios tenía un anuncio.
Es increíble como naciones y personas creen que Dios no tiene nada que decir de nuestros actos.
Dios parece el gran ausente. Así parecía para Edom.
Más de 1200 años que el pueblo de Edom vivía sin responder a Dios.
Dios no estaba ausente, da una visión a Su profeta, tiene un anuncio.
Ahora debemos entender el contexto a partir del cuál se forman los pueblos sobre la tierra:
Hay dos simientes en la tierra, que corresponden a dos grupos básicos de la humanidad:
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Simiente de la mujer - pueblo de fe.
Simiente de la serpiente - en oposición a Dios.
Bajo el control de la serpiente.
Su principal engaño: “No moriréis..” - (No habrá juicio de Dios)
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
Dos simientes - siempre han estado en oposición.
¿Por qué?- Porque Dios dijo que la simiente de la mujer, destruiría a la simiente de la serpiente.
Se cumple en la cruz, cuando Cristo derriba a Satanás.
Se cumplirá plenamente cuando Satanás y su simiente sea sentenciado por la eternidad.
La simiente de la serpiente siempre ha buscado destruir al pueblo del cuál iba a llegar el Salvador.
La Biblia mirando hacia atrás y adelante en Apocalipsis dice esto:
9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Satanás es la serpiente antigua, que engaña al mundo.
Engañó a la mujer, Eva: “No moriréis..”
Engaña a su simiente: “No moriréis..” (no habrá juicio de Dios).
La llena de su mismo pecado del orgullo.
17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
Siempre Satanás ha estado en guerra con la simiente de la mujer, porque a través de Cristo iba a ser derrotado.
Por eso es que:
Satanás tienta a la mujer.
Caín mata a Abel. Dios provee un otro hijo “Set” para la simiente prometida.
Faraón manda a las parteras a que maten a los varones hebreos.
Faraón manda a su pueblo a echar al río a todo hijo hebreo.
Muchos pueblos quieren destruir a Israel en la Biblia: Amonitas, amorreos, amalecitas, filisteos, asirios, babilonios, cananeos, elamitas, heteos, heveos, ferezeos, jebuseos, gergeseos, moabitas, persas, egipcios, madianitas.
Edom busca destruir a Israel.
Amán incita al rey Asuero a destruir a todos los judíos en el libro de Ester.
Herodes manda a matar a todos los niños menores de 2 años.
Satanás, experto en engaño, busca tentar y destruir a Jesús.
Satanás, a través de Judas, cree derrotar a Cristo en la cruz.
Edom es un pueblo, que está en oposición a Israel.
La casa de Esaú, simiente de Isaac, que ha escuchado la voz de la serpiente y se ha apartado de la fe de sus padres.
(Nuevamente Abdías 1)
1 Visión de Abdías. Jehová el Señor ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla.
“pregón de Jehová”, o mensaje, anuncio de Jehová, es a un pueblo, que ha caído en el engaño de la serpiente antigua, con el “no moriréis..” o “no habrá juicio de Dios”.
Dios no estaba ausente, Dios está haciendo juicio a quienes ha esperado pacientemente.
“..Levantaos, y levantémonos contra ese pueblo en batalla.”
El Señor, sí había visto a ese pueblo. A los hijos de Esaú.
Dios anuncia el juicio.
Iba a levantar a las naciones, aún a las naciones amigas de Edom, para la destrucción de este pueblo.
Dios no es el gran ausente, es el gran Juez.
Pero ahora veamos cómo este pueblo se había corrompido:
2 He aquí, pequeño te he hecho entre las naciones; estás abatido en gran manera.
El tiempo debe entenderse como profecía:
“..pequeña te haré entre las naciones;..”
El problema - Edom nunca fue un territorio grande.
Dios no hablaba de territorio.
Sino de un nombre pequeño entre las naciones.
No extensión de tierra - sino vergüenza entre las naciones.
Mientras la nación de Edom pensaba que no había que rendir cuentas a Dios, el Creador va a reducir a este pueblo y a extender su verguenza.
“..estás abatido en gran manera.”
“abatido” - (בזה - Bazah) - RV60: abatido - es la palabra que quiere decir “menospreciado”.
LBLA: “despreciado eres en gran manera”.
Texto paralelo de Jeremías 49.15: “..menospreciado entre los hombres.”
Edom es tan soberbio como pueblo, que despreciaba a Israel, a su pueblo hermano.
Es increíble como el mismo pecado de Satanás, la soberbia, se encuentra en este pueblo.
Tan soberbios que han aislado a Dios de sus vidas, viniendo de la casa de Isaac y viven sin rendirle cuentas.
3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?
"La soberbia de tu corazón te ha engañado,..”
Este es el gran problema de Edom.
La Soberbia.
Soberbia, es el orgullo de superioridad o autosuficiencia que le lleva a despreciar a los demás.
El pueblo de Israel significaba tan poco, así como las promesas que venían por el pueblo de Israel.
Esaú también había despreciado las bendiciones de Dios.
“..tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?”
La fuente de la soberbia era su seguridad.
Su seguridad era falsa seguridad. Estaba en las rocas.
Moran en las peñas.
¿Pero sabías que hay un registro histórico, arqueológico de esto?
Esta es la ciudad de Petra, es una de las 7 maravillas del mundo moderno (2007).
Seguro que has escuchado de ella. Es la portada de todos los lugares turísticos más grandes del mundo.
Esta es la ciudad que fue fundada por los edomitas. Por los descendientes de Esaú.
Los edomitas construyeron estas fortalezas en las rocas.
Los nabateos, fueron una nación que se levantó y desplazó a los edomitas. Tal como lo dijo el Señor.
Se los han asociado a “Nebaiot” hijo de Ismael, descendiente de Abraham.
Tomaron la ciudad de Petra de los edomitas y sobre sus cuevas siguieron edificando imponentes estructuras, como esta conocida como “El Tesoro”.
"..tú que moras en las hendiduras de las peñas,..”
Este pueblo se jactaba, llenaba de orgullo hasta el ensoberbecimiento de que no podía ser atacado.
¿Sabes por qué?
Porque no es fácil acceder a Petra. Es terreno rocoso.
Tan solo para llegar a la fortaleza de El Tesoro, tendrías que recorrer un cañón de 1.5 km de largo y hasta 200 metros de altura, impenetrable.
En algunas zonas, tiene apenas 2 metros de ancho.
Los enemigos no pueden acceder a Petra, ni atacarla.
Su ubicación y acceso la hacían la ciudad más segura del mundo en su tiempo.
Se cree que en una época habitaban más de 20.000 personas en Petra.
“..tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?”
VIII Siglos a.C. Petra fue fundada por los edomitas.
Es la historia, es la arqueología, está en las páginas de la historia. Está en los libros de historia no cristianos, que esa ciudad fue fundada por los edomitas.
Ellos creían que nunca podían ser derribados.
La soberbia les había llevado a ignorar al juez del Universo. Al creador de las rocas donde ellos habían hecho su cetro.
(De nuevo versículo)
3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?
“..¿Quién me derribará a tierra?”
La seguridad de este pueblo estaba en la roca.
Se ven invencibles.
Pero Dios ha dicho que serán hechos pequeños.
Su orgullo, soberbia, desafío al Dios vivo, ataque al pueblo de Israel, había llegado a los ojos de Dios.
Habían oprimido y disfrutado de la destrucción de Jerusalén.
4 Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová.
“Si te remontares como águila y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová”.
Pero los que se oponen a Dios nunca llegan lejos.
La seguridad de la roca es una falsa seguridad.
La seguridad militar es una falsa seguridad.
La seguridad humana no puede ser comparada con la advertencia divina.
"Si te remontares como águila..”
Los edomitas podían establecerse, desarrollarse, multiplicarse, crecer y ser el lugar más seguro del mundo, podían elevar vuelo como las águilas, pero no podían escapar al juicio de Dios.
Había gran maldad en ellos.
Rencor a la casa de Israel.
El deseo de destruir al pueblo del que vendría el Salvador Jesucristo.
Vivían sin temor alguno a Dios.
“..y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová”.
La falsa seguridad de edificar sin el Señor solo puede llevarte a ser derribado desde la altivez.
Dios levantó a otras naciones, naciones paganas, que tomarían Petra, la gran ciudad de roca.
No hubo más rastro de los edomitas.
De hecho, la ciudad poderosa de Petra, quedó en el olvido.
Hoy se estima que más del 80% de la ciudad está enterrada en arena.
El nombre de los edomitas fue absorbido por el nombre de los “nabateos”.
Tan grande fue la pérdida de esta ciudad, que por Siglos estuvo oculta.
En 1812, fue redescubierta por un explorador suizo.
Edom, su nombre fue borrado sobre la faz de la tierra y en su lugar, el imperio romano levantó un coliseo.
El juicio profetizado en Abdías se cumplió.
¿Cuál de los pueblos que ha luchado contra Dios ha quedado?
¿Cuál de los pueblos que ha disfrutado de la destrucción de Israel o Jerusalén ha quedado?
18 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.
Enceguecidos por el orgullo y la soberbia, fueron derribados.
¡Hicieron más caso a la Serpiente que al Creador!
¿Sabes quién se había ensoberbecido tanto que había caído?
¡El mismo Satanás!. Isaías 14, es un texto de profecía de tipo analogía. De doble cumplimiento.
El rey de Babilonia caía y también Satanás.
13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
El pecado de Edom es tan grande en la soberbia, solo el reflejo del pecado de Satanás.
La simiente de la serpiente solo escucha la voz de Satanás, están lejos de escuchar la voz de Dios.
El anticristo que llegará un día, también escuchará esa voz de la soberbia.
37 Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
Abdías muestra el anuncio del juicio de Dios.
Los soberbios van a caer.
Los que están en contra de los planes del Señor van a caer.
Los que desprecien la benevolencia del Credor, van a caer.
Las rocas grandes y las fortalezas y seguridades humanas, no podrán sustentar a nadie que sea hallado contra el Señor.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
¡Qué difícil se hace leer el libro de Abdías! Nos gusta más hablar de las bendiciones que de la destrucción. Pero también este libro Palabra de Dios, tiene para nosotros enseñanza muy preciosa y actual.
Dios tiene algo que decir contra los soberbios. Ellos no van a prevalecer.
La soberbia grande de Edom es que creen que pueden estar fuertes estando en oposición a los planes de Dios.
Nadie va a prevalecer ante el Señor. Nadie en soberbia.
La soberbia máxima, similar a la de Edom, es no reconocer que hay propósitos para nuestras vidas y no entender quien es Cristo, así como ese pueblo de Edom no entendía nada de un Dios Creador y un Dios que enviaba a Su Salvador por el pueblo de Israel a quien despreciaba y atacaba.
Estaban enceguecidos por la altivez.
No sé como podemos olvidarnos de los que amamos cuando vemos a las personas que amamos totalmente lejos del Señor.
Si están lejos del Señor, aún en sus corazones está la soberbia que no les permite humillarse ante el Dios Creador y Su Salvador.
Tal vez no son de la familia de la fe. Tal vez no creen que Dios realmente está mirando.
El problema principal, similar al de Edom, no es que han olvidado que Dios va a hacer juicio.
El problema es que al haber pasado por alto ello, han rechazado toda la gracia que ha costado la vida del Hijo, para salvar del juicio.
La sangre del Hijo no vale nada.
29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
El juicio de Edom, pueblo de Esaú, estaba en su destrucción, pero, el mayor castigo no es la destrucción física, sino la condenación eterna.
La tragedia más grande no es que su nombre ha sido borrado de la historia. Sino que sus nombres no están en el Libro de la Vida.
No vas a ver a los edomitas en la Nueva Jerusalén. No vas a compartir con ellos.
Decidieron poner su seguridad en las rocas y no en el sustento de Dios el Creador.
Cayeron desde la altivez.
Aunque no están más hoy con nosotros, no desaparecieron, sino que en aquel día del Juez Justo, serán sentenciados a estar separados de Dios eternamente.
Si no has conocido a Jesucristo, también no estarás un día en la eternidad con Él.
Si los de tu casa no han conocido a Cristo, o no han puesto su fe en Él, entonces también un día van a ser derribados por el Señor.
Que complicado el engaño de la soberbia. Satanás se ensoberbeció y cayó. Edom se ensoberbeció y cayó.
En la profecía el anticristo se va a ensoberbecer y caer.
No hay rendición al Hijo de Dios.
No sé si tú te has rendido al Hijo de Dios.
¿Y entonces qué es rendirse? Porque rendirse no es asistir a una iglesia.
Rendirse es entender Su gracia:
Comprender que también nosotros un día estábamos separados de Él.
Comprender que el Juez Justo también tenía un veredicto para nosotros.
Pero comprender que por un Amor incomprensible, el precio de nuestro castigo fue pagado por Jesucristo en la cruz.
Comprender que no merezco, pero que si estoy en Cristo, me hago heredero de todo.
Comprender y gozarme de que no habrá un final como el de Edom para mí, sino que por el sacrificio de Cristo, solamente hay bendiciones ahora y bendiciones eterna.
Saber que como Él me ha dado una nueva vida, ahora mi vida, ya no se trata de servirme más a mí, sino escuchar en Su Palabra, que Él quiere que yo sea instrumento de salvación a otros, y que ha establecido Su Iglesia para ello.
RENDIRSE, ES DEJAR DE CONFIAR EN LA SEGURIDAD DE LAS ROCAS, para tan solo CONFIAR EN LA SEGURIDAD DE CRISTO.
Seguridad de las rocas, podría ser el día de hoy la fortaleza en la que creemos estar seguros. Financieramente, en la salud, en el trabajo, en el puesto, con los posgrados, creyendo que nuestra vida está resuelta.
No te estoy diciendo que esto sea malo. Pero sí será malo cuando esa sea tu seguridad, y no la fe en Jesucristo.
Si hemos caído de la altivez y nos hemos rendido, entonces, con seguridad que tendremos vidas a Su servicio.
¿Estoy en Su iglesia?
¿Participo activamente en el ministerio de la Iglesia?
Estos son algunas evidencias de que no soy soberbio, sino que me he humillado ante el Hijo de Dios, y le he dicho que no sea mi vida controlada por mis pensamientos o decisiones, sino que sea su Espíritu Santo guiándome en cada una de las decisiones y propósitos de mi vida.
La soberbia hace caer aún a los que se encuentran en grandes fortalezas como Edom. Pero la humillación ante Cristo, hace sostenernos a los que vemos nuestra fortaleza en las manos de Cristo.
Pero ahora, las buenas noticias:
Porque así como hay un registro del juicio de Dios, la Biblia es un registro maravilloso de la gracia y la misericordia de Dios.
Abdías muestra la severidad de Dios, y cruz muestra la gracia del Señor.
Abdías hace juicio a los desentendidos y que se han ensoberbecido, pero un pasaje de las Escrituras, Isaías, llama al resto de las personas o pueblos a conocer a este maravilloso Dios:
1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. 2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. 3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. 4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. 5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. 6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Cristo ha dado su vida en la cruz, para que todos los que crean y se arrepientan también pueda tomar de esas aguas que se anuncian y puedan tener verdadera comunión con el Padre.
Cristo nos salva del castigo de Edom. No desapareceremos nosotros de la faz de la tierra, nuestros nombres no estarán borrados, están registrados en el Libro de la vida.
Abdías nos hace recuerdo que Cristo nos ha librado de ese mismo castigo.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Los altivos van a caer.
No hay negociación sobre ello. No es cuestión de si van a caer o no, sino de cuándo lo harán. Dios ha puesto a un pueblo Edom de ejemplo.
Pero para quienes nos hemos rendido a Jesucristo, busquemos siempre vivir bajo Él. Así no nos subiremos a las alturas, sino será nuestra gloria y paz que Él se encuentra allá arriba, y que nosotros podemos alabarlo por ello.
Para toda la iglesia de Cristo, debemos anunciar el evangelio a tantas personas que se están perdiendo a causa del orgullo.
Demos gracias a Dios por nuestra congregación y porque Él nos ha librado del gran juicio por la vida de Jesucristo.